Compararse en el embarazo: ¿por qué no vivo mi embarazo como las demás?
La comparación: esa compañera pesada del embarazo
Seguro que te ha pasado: quedas con la familia, miras Instagram o escuchas a otra embarazada contando lo estupendamente que se encuentra… y, de repente, aparece la comparación. “¿Por qué no vivo mi embarazo como las demás? ¿Será que hay algo mal en mí?”
La realidad es que compararnos es de lo más humano. Pero en el embarazo, cuando las emociones y las expectativas están tan presentes, esa comparación puede convertirse en un peso enorme. Y lo peor es que muchas mujeres terminan sintiéndose culpables por no estar disfrutando de la misma manera que otras.
¿Por qué no vivo mi embarazo como las demás?
Lo primero que quiero recordarte es esto: no existen dos embarazos iguales. Incluso la misma mujer puede vivir cada gestación de una forma completamente diferente.
Algunas sienten mucha energía, otras lidian con un cansancio agotador. Unas disfrutan cada patadita, mientras que otras solo desean que el embarazo acabe cuanto antes porque lo están pasando fatal. Ninguna de estas experiencias te define como buena o mala madre. Simplemente son realidades distintas.
Desear que tu bebé nazca ya porque el embarazo se te hace interminable no significa que no le quieras con todo tu corazón.
Expectativas que pesan más que la tripa
Vivimos rodeadas de mensajes sobre cómo debería ser un embarazo: radiante, feliz, lleno de luz y energía. Cuando nuestra experiencia no encaja con ese molde, llega la frustración.
- “Debería estar disfrutando más”
- “No debería quejarme”
- “¿Por qué yo solo quiero que esto pase ya?”
La verdad es que esas expectativas son irreales. El embarazo no es una película romántica: es una etapa de cambios muy intensos, físicos y emocionales, que cada una vivimos de manera diferente. No estás fallando, estás siendo humana.
Cómo empezar a soltar la comparación
Aunque compararse salga casi automático, hay algunas cositas que pueden ayudarte a llevarlo con más calma:
1. Cuida lo que ves y escuchas
Si notas que ciertas cuentas de redes sociales solo muestran embarazos “perfectos” y eso te hace sentir mal, deja de seguirlas o ponles pausa. Llena tu día a día de mensajes que validen tu experiencia real.
2. Habla de lo que sientes
Compartir lo que llevas dentro con tu pareja, con una amiga o en un grupo de apoyo puede darte un gran alivio. Poner palabras a lo que sientes quita peso y abre espacio para que recibas apoyo. A veces, buscar la ayuda de una psicóloga perinatal es la mejor opción.
3. Recuérdate tu propia historia
Tu cuerpo, tu salud, tu entorno y tus emociones son únicos. Lo que le funciona a otra embarazada no tiene por qué funcionarte a ti, y eso está perfectamente bien.
4. La alimentación, una gran aliada
Muchas veces lo que sentimos también tiene que ver con lo que comemos. Un nivel bajo de energía, digestiones pesadas o picos de hambre pueden aumentar la sensación de malestar. Por eso es importante escuchar a tu cuerpo y adaptar tu alimentación: quizá otra embarazada tolere bien ciertos alimentos y a ti te sienten fatal, y no pasa nada. Tu nutrición también es única.
Cuando aparece la culpa
Es normal que sientas culpa por pensar cosas como “ojalá no tuviera que pasar por el embarazo” o “no se lo recomendaría a nadie”. Pero sentir eso no te hace peor madre ni significa que quieras menos a tu bebé.
Esa culpa viene casi siempre de esas expectativas sociales que nos dicen que deberíamos estar felices todo el tiempo. La verdad es que el embarazo puede ser duro, incómodo e incluso muy solitario. Validar lo que sientes es el primer paso para dejar la culpa atrás.
Y aquí de nuevo la nutrición puede marcar la diferencia: cuando comes de forma que tu cuerpo se siente nutrido y ligero, es más fácil afrontar los altibajos emocionales. Comer bien no borra las dificultades, pero sí te ayuda a tener más energía y calma para transitarlas.
Tu camino, a tu manera
Al igual que no hay dos embarazos iguales, tampoco debería haber un único modo de acompañamiento. Cada mujer necesita un proceso adaptado a su situación, a sus emociones y a su ritmo.
Por eso, en mi programa de acompañamiento, trabajo de forma personalizada tu alimentación para que vivas tu embarazo con más confianza, energía y sin compararte con nadie. Con un apoyo nutricional pensado para cuidarte a ti y a tu bebé de la mejor manera posible.
💛 Si quieres un acompañamiento cercano y adaptado a tu situación personal, te invito a conocer mi programa No Drama Mama. Será un placer ayudarte a nutrirte mejor en esta etapa tan especial, con sus luces y sus sombras.
📩 Haz clic aquí para conocer No Drama Mama
o escríbeme en Instagram a @tuembarazowabisabi con la palabra MAMÁ y te cuento más.